sábado, 24 de octubre de 2009

Viejas lecturas

Hoy me apetece hablar de lectura. Pero no del último libro que he leído ni mucho menos.

Recientemente supe que habían visto la luz unos libros llamados "Horrorland". Una colección supuestamente para niños, que no es otra cosa que una série de remakes de los libros de la colección pesadillas (Pesadillas serie 2000 no por favor, luego explicaré por que).

Dicha colección, estaba escrita por un estadounidense llamado R.L. Stine. El cual se hizo popularmente famoso por vender millones de copias de sus libros. Hizo algo que a priori parece bastante difícil : conseguir que los más jovenes se iniciaran en el placer de la lectura.

Pesadillas era una colección, en las que los protagonistas solían ser chicos, a medio camino entre la niñez y la adolescencia, los cuales vivían historias aterradoras y a su vez nada sangrientas. Un terror inteligente e impecable, que pocos autores han sabido conseguir. La casa de la muerte, el primer libro de muchos que adquirí, es para mi de las historias más aterradoras que nunca he leido. Así como el primer título de la colección, un día en Horrorlandia. Conseguía captar mi atención, a través de algo tan llamativo como un parque de atracciones con el terror puro y duro.

R.L. Stine tenía también otra colección, llamada "La calle del terror" con un terror más adaptado al publico juvenil. De dicha colección leí un par de títulos. Y aunque no me disgustaron......siempre preferí el terror sin sangre de pesadillas.

Después de muchos números de pesadillas, vió la luz una nueva colección llamada Pesadillas serie 2000. La cual entre las pocas cosas buenas que tuvo fue la continuación de Un día en Horrorlandia y un nuevo episodio de "La noche del muñeco viviente" añadiendo ésta vez a una compañera del muñeco viviente, en una descarada alusión a la novia de Chucky (si no mal recuerdo ambos vieron la luz en la misma época). Pero además de ambos títulos, y alguno que otro más (Los monstruos sin cabeza) para mi la serie empezó a acusar una notable decadencia. Las historias rozaban más la ciencia ficción que el propio terror (La invasión de los estrujadores I y II, Zumo de cerebro...) haciendo referencias a temas como el de la clonación (El gemelo perverso). No obstante, algunos títulos eran tan irrisorios como extravagantes (¿Tienes miedo?, Venganzas S.A.) aunque he de reconocer que éste último tenía un punto de originalidad que le otorgaba un punto extra de calidad. Y lo que parecían propuestas de argumentos interesantes, no dejaban de ser meros espejismos (La escuela del terror).

Quien sabe, a lo mejor algún día intento quitarme ese regustillo agridulce que obtuve en el año 2000.....y me doy un pequeño paseo en Horrorlandia.....sin olvidarme de mi muñeco viviente. Soltero y reinventado eso si.

jueves, 1 de octubre de 2009

Y entonces aparecistes tu con tu sonrisa...

Que dura y fea puede ser la vida cuando le da por joder la marrana. De siempre en este país ha existido una extraña obsesión por imitar todo lo que venga marcado con el sello Americano. Desde sus tradiciones más absurdas hasta sus más celebres éxitos televisivos.

Pero nunca nadie ha sido tan rematadamente gilipollas como para intentar copiar el modelo familiar de los Kennedy. Eso si, cambiando el accidente de helicoptero por los accidentes de trafico y los inoportunos balazos por el cáncer. Cosas para hacerlo más tipical Spanish supongo. La cosa sería aún más interesante si los entierros se aderezaran con canciones de Lola Flores y todos llevaramos en la cartera una foto de Paquirri.

Como en todas las famílias (supongo que al ser ciertamente numerosas tenemos más participaciones para llevarnos el premio gordo) hay de todo y muy mucho. Supongo que también, a éstas alturas de mi vida ya es hora de que vaya sabiendo que el mejor seguro de vida que puedes llevar bajo el brazo no se vende precisamente en las sucursales bancarias. Es mucho más oscuro y abstracto que eso.

Pero entre tanta oscuridad, entre tantas nubes siempre existen rayos de sol.....el nacimiento de mi sobrina pequeña hace cuatro años representó ese hipotetico rayo de sol. Vale que por tres cosas malas sólo obtenemos una de buena. Pero la sonrisa de un niño pequeño es algo tan simple y a la vez tan complejo.......algo tan fácil de conseguir y que es capaz de aportarte tanto.

Cosas como éstas te hacen ver las cosas más buenas y más simples de la vida. Te hacen olvidarte de los problemas y.....te hacen recordar que la vida a día de hoy continúa teniendo suficientes argumentos como para querer disfrutar de ella.