miércoles, 5 de agosto de 2009

Querido amigo.

Querido amigo, te he citado hoy en éste improvisado despacho, urbano y cosmopolita como lo es nuestra amistad. Creo que tenemos un problema, deberíamos revisar el contrato de nuestra amistad.
Ya se sabe, que ésta crisis es muy mala, y cuando no hay un ere multitudinario, con el número de despidos lo suficientemente mayor como para atraer la atención de las cadenas más sensacionalistas, hay pequeñas bagatelas como ésta.
He de darte primeramente las gracias por tu fidelidad. Vivimos en una sociedad obsesionada con las apariencias. Y nuestra fealdad y falta de titulación nos hacen ser vagabundos intelectuales. Si no te vas de putas dejando a tu mujer en casa hablando con la portera de turno diciendo lo maravilloso que es su hijo delincuente, serás un número más en tu concurrida escalera de vecinos.
Tu has rechazado eso, muchísimas gracias de nuevo. La oferta del mundo de la pareja es ambiciosa y golosa, y ni volcando toda mi riqueza emocional a tus pies conseguiría aportar todo lo que da de si un puesto en la planta de los felizmente casados.
Aún así....creo que sería oportuno revisar nuestro contrato de amistad. Ese que firmamos ilusionados aunque cautos, una temporada con vistas a la prórroga. Las condiciones eran apoyo moral en todo tipo de situaciones y por que no, ser el primero en sacar la billetera en alguna eventual cena de amigos.
Pero he pensado en hacer una subrogación del contrato. Ya no estarás en categoría de amigo, si no de compañero de viaje. Las condiciones al fin y a cabo son las mismas. Aunque mejora esas clausulas a las que echas mano una vez te ha tocado la lotería o alguien tiene que empujarte para que te puedas desplazar.
No tengo nada en contra de utilizar el término de la amistad. Pero la vida es un viaje continuo, en cada estación que me bajé conocí a mucha gente, en la escola del treball encontré valores y compañeros de viaje dificilmente recuperables, y imposiblemente recuperables. En la estación de AGM me encontré con la sencillez y la honestidad.
Gente que ya no continúa en el mismo tren que yo, aunque con vistas a encontrar una posible intersección que una nuestros dos caminos por un tiempo limitado.
¿Que por que eres compañero de viaje y no amigo? Por que como todo buen compañero de viaje no bajarás conmigo en esa última estación que es la muerte. Aunque siempre es de agradecer quien se pase por allí para saludar.

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